Vino rosado César Príncipe – Clarete de Luna
Cuentan que, antes de comenzar la vendimia, las viñas eran visitadas de noche por algunos vecinos amigos de lo ajeno. En tiempos en que la necesidad era la mayor compañía de los pueblos, se llamaba “Clarete de Luna” al vino que hacían aquellos que no disponían de viñas propias, por lo que se apañaban con las de otros, eso sí, discretamente. Sólo la luna era testigo de aquella hazaña.
Eran tiempos en los que el vino era complemento importante de la alimentación, el clarete acompañaba la faena y el almuerzo, alegraba los tristes guisos y ayudaba a llevar mejor las penas. Este vino es un homenaje a todos aquellos que antaño lo necesitaron y a los que hoy lo disfrutamos.
Se trata de un vino elaborado con Tempranillo, principalmente, y variedades blancas como Verdejo o Albillo. Fresco, divertido, goloso para todos los públicos… y todos los días.
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